Sobre mi
Me echaban de clase por hablar.
Ahora me dedico a ello.
Siempre me ha gustado el teatro, imitar a personajes y voces distintas, lo que se suele conocer como “poner vocecitas”, vaya. Lo normal sería dedicarse a una profesión habitual: abogado, médico, periodista, ingeniero, mecánico, qué se yo.
En casa sabían de mi pasión por “lo de las voces”, siempre se escuchaba aquello de: oye, igual sirves para trabajar en la radio, o en doblaje.
Me ilusionaba imaginarlo, no te mentiré, aunque no sabía muy bien por dónde empezar. ¿Existía una universidad a la que ir? ¿Era realmente una salida profesional o un mero hobby?
Ya sabes que te educan para que te formes en algo “serio”, trabajar en oficina 8h seguidas 5 días a la semana. No me convencía esa idea, sin embargo, tuve que escoger unos estudios universitarios porque en casa se decía aquello de: “primero estudia algo serio y luego ya veremos”.
Pero eso de la cabra tira al monte es demasiado cierto. Durante mis años en la universidad no cesé en ningún momento de probar en el mundo de la locución y el doblaje. Fue más complicado de lo que me había imaginado. Al no cesar en mis intentos, encontré oportunidades a las que supe sacarle partido: estuve un par de años en una radio local en Terrassa, fue mi primer contacto directo con el micrófono. Esto que parece tan sencillo leído, no lo fue. Presenté mi solicitud a más de 10 radio locales y ninguna de ellas tuvo el detalle tan siquiera de contestarme. La clave fue ir cogiendo confianza en mi mismo y darme cuenta de que realmente esto era lo que me hacía sentir vivo y motivado.
El camino en este mundo es apasionante: Después de meses de formación práctica, me llamaron de distintos sitios para hacer castings y pruebas, la mayoría de ellas sin éxito. Aprendí que la desilusión es una constante, sin embargo, hay que lamentarse 5 minutos, no más.
Hubo una llamada que me cambió la vida. Televisió de Catalunya, TV3, la más vista en Catalunya, quiso contar conmigo para ser su voz en off. La voz corporativa de la cadena referencia, mi sueño se hizo realidad a los 21 años. Debo confesarte que al principio tenía los niveles de inseguridad por las nubes e incluso parecía que no sabía articular más de 3 palabras seguidas.
Gracias a la profesionalidad y apoyo de mis compañeros, mejoré mis habilidades y técnicas. Tanto que a los pocos años pude entrar a copresentar el morning show con audiencia millonaria de Europa FM. Aprendí a leer y transmitir en textos a primera vista, a modular la voz según las emociones que quería transmitir, mejorar mi dicción y acentos, también a adaptarme a distintos ritmos de lectura y formatos de locución. Llegamos a presentar programas en directo con un público de hasta 800 personas. Vivía el presente y estaba agradecido por ello: estoy cobrando por formarme y disfrutar. Visto con perspectiva me doy cuenta de lo fácil que hubiera sido dejarlo todo a un lado y centrarme solo en la carrera.